Xavi Hernández celebrando el gol. |
Se esperaba un Clásico igualado, de esos en los que el factor campo puede ser determinante, aunque se antojaba un toma y daca entre ambas potencias futbolísticas. Sin embargo, el F.C Barcelona, comandado por Xavi Hernández, el mejor jugador español desde que el fútbol es fútbol, fue dueño y señor durante los noventa y pico minutos que duró el partido. De hecho, el diez minutos, el conjunto blaugrana ventiló al Real Madrid.
La maestría de los jugadores culés, teniendo al argentino Leo Messi como el regate, a Xavi como el cerebro, a David Villa como el 'killer' o a Iniesta como el arte hecho futbolista. Ganó el que se olvidó del que tenía enfrente y se dedicó a jugar al fútbol, el que enamoró a todo el que estaba frente al televisor viendo encuentro. En definitiva, el F.C. Barcelona.
- La otra cara del partido
Lo segundo y más grave, la patada de Sergio Ramos a Messi cuando se iba en velocidad. Después de la desmedida entrada del defensa merengue, que no pasó a mayores porque entremedio estaba Lass, Puyol fue a increpar al andaluz, que le propinó un guantazo en la cara. El árbitro, Iturralde González, le mandó directo a la ducha con una roja directa. De camino a los vestuarios, de nuevo volvió a agredir a Xavi en la cara.
Este tipo de actuaciones no se pueden consentir. El respeto al rival debe ser la premisa de cualquier equipo, por encima del de ganar. Esto es un principio que, aunque se esté perdiendo de forma humillante, nunca debe olvidarse sobre el terreno de juego
FUENTES:
http://www.elpais.com/especial/fc-barcelona-real-madrid/